Alumna Victoria Meléndez Gámez
Matrícula 108345
Grupo LP25
Evaluación Psicológica
Actividad de Aprendizaje 3. Evaluación de un psicoanalista real
Mtra. Norma Córdova De La Cruz (Docente)
Puebla, Pue.
12 de julio del 2021
Proceso de evaluación psicológica
La psicoterapia, psicoanalítica de niños y adolescentes: Un caso clínico.
1. El primer contacto del paciente con el psicoanalista.
El primer encuentro con Diana y su historia: Los síntomas
El primer contacto que se tiene con la paciente es cuando ella tenía 10 años de edad, en ese momento se encontraba cursando el cuarto año de primaria.
La razón por la cual Diana llega al consultorio es debido a que la orientadora de su escuela le ha sugerido a sus padres que la niña requiere de un psicoterapeuta que la ayude o la oriente para entrar con éxito a la etapa de la pubertad, pues desde hace un tiempo ha notado que existe cierta rivalidad con sus otras compañeras de clase y que continuamente se le puede ver nerviosa, ansiosa, enfadada, irritable, tensa, autoritaria, con tendencia al perfeccionismo
Baja tolerancia a la frustración y con una relación y rivalidad de celos evidentes hacia la madre.
Los padres decidieron tomar en cuenta la recomendación de la maestra pues efectivamente ya habían notado estas conductas en su hija, describiéndola como demasiado demandante.
Diana es una chica morena muy parecida a su padre, pero con facciones delicadas como las de su madre, es delgada, con un cuerpo bien formado, poco sonriente, con expresión continua de enfado y con dificultad para hablar de si misma.
Se queja de que su madre la trata injustamente, ademas de referir que no tolera a su hermano menor ya que para ella él es un hipócrita y que por su culpa la regañan a ella.
Esta convencida de que su madre no la quiere ni siente orgullo por ella.
El protocolo de recogida de información utilizado en la primera sesión.
En las primeras entrevistas realizadas con los padres ellos refieren que Diana posee un excelente rendimiento académico pero que últimamente ha descuidado sus notas.
La madre refiere que ha intentado acercarse a su hija de múltiples maneras, una de ellas como su amiga, sin embargo ella no lo permite y esto la enfada.
La madre menciona que se ha percatado que Diana se enoja hasta de la felicidad de los demás, se molesta cuando ella y su marido son cariñosos entre sí, no tolera a su hermano menor de 6 años que, según descripciones de la misma madre, se trata de un buen niño, cariñoso, tierno, inteligente, dedicado, dócil y obediente.
También refiere que su hijo mayor de 14 años es muy sociable, deportista y un excelente estudiante.
Como contraparte la madre refiere que Diana es irritable, densa, pesada, desafiante, malhumorada, retadora, celosa y muy agresiva especialmente con ella.
El padre no interviene en la entrevista, solo se limita a asentir cuando la madre describe a Diana.
En cuanto al crecimiento y desarrollo de Diana, la madre menciona que era una niña sonriente y muy despierta ya que dormía poco. Estaba contenta la mayor parte del tiempo. Su abuela y tía maternas le ayudaron a cuidarla durante sus primeros meses lo que provoco que Diana generará un vínculo cercano con su tía, relación afectiva que permanece.
Sin embargo la madre manifiesta que no le agrada mucho esta relación entre su hija y su tía, ya que considera a esta como alguien perjudicial pues siempre ha considerado a su hermana como alguien competitiva, conflictiva y depresiva.
La madre refiere que diana presentó un adecuado desarrollo del lenguaje y psicomotor presentando excelentes calificaciones al iniciar su etapa escolar.
Después del nacimiento de su hermano menor se aprecian cambios importantes en su conducta, manifestando que se siente traicionada y comenzando a devaluar a su hermano con mucha frecuencia.
Le tiene envidia y compite a cada rato con él.
Estos cambios van empeorando conforme se acerca la pubertad, discute por todo, tiene problemas de autoimagen y manifiesta que desearía que su madre solo fuera para ella.
Las técnicas y herramientas empleadas para llegar al diagnóstico
(asociación libre, análisis de sueño, pruebas proyectivas, y todas las
que haya utilizado)
Para poder ganarse la confianza de diana y lograr comunicación por parte de ella se hace uso de pruebas proyectivas.
Específicamente del dibujo.
Los dibujos de diana son detallados, con característica de obsesividad e infantilismo es decir, casi siempre dibuja las figuras humanas pequeñas y caricaturescas.
Sus figuras muestran una especie de defensa para establecer contacto afectivo y se puede percibir desconfianza.
Durante las sesiones es cordial pues le gusta tener un espacio donde ella pueda mandar y dirigir.
Durante las sesiones entra en una fase de intensa transferencia positiva, idealizando al analista tratando de darle gusto en todo, evita temas de conflicto, especialmente los problemas físicos de su madre (secuelas de poliomielitis) y como se siete ella con esto.
Diana menciona que su madre es perfecta y que en la escuela es la más querida de todas, la más cooperadora. Después de meditarlo hace énfasis que que todo lo que odia está en su hermano ya que para ella, él es el verdadero problema, es insoportable y todo estaría bien si no hubiera nacido.
Durante las sesiones se utiliza la asociación libre en donde la paciente puede hablar de todo aquello que le interesa, por ejemplo Diana comenta que para ella lo más divertido es estar en casa de su tía materna , pues le parece una persona buena, comprensiva y entre ambas comparten un gran amor por los animales.
Plática sobre que tiene un perro que fue adoptado y que le gusta mucho ir a jugar con él ya que en su casa no están permitidas las mascotas, sin embargo a su madre no le gusta que vaya a ver a su tía por que es soltera y no tiene hijos.
Cuando se intenta que Diana hable sobre los cambios corporales que ha ido presentado al entrar en la pubertad, ella se cierra por completo e inicia sesiones de juegos de mesa sobre todo aquellos donde siempre gana. Suele hacer trampa pero no lo admite.
Cuando se intenta hacerle ver que se encuentra en una actitud defensiva Diana comienza a proyectar y le adjudica a la analista todos los defectos de su madre provocando que la comunicación se pierda.
Diana es la que dirige la sesión ella pone sus condiciones, ella decide cuando hablar, de que hablar y cuando callar.
Las sesiones continúan de esta manera volviéndose algo tediosas para la analista debido a los mecanismos de defensa que Diana suele utilizar en cada una de ellas.
Se decide darle su tiempo.
Es notorio que le incomoda su cuerpo pues usa ropa que no le queda bien así como un notable descuido en su aspecto físico.
Diana constantemente se menosprecia y hace énfasis en que es morena y gorda.
Durante las sesiones Diana pasaba de un tema a otro, a veces hablaba de la escuela, de sus relación con otras compañeras, de sus exámenes pero nunca hablaba de como se relacionaba con los chicos.
Un día Diana decide llevar un gato a la sesión y durante esa sesión se observa que la niña oscila entre acariciar al animal y cogerlo con brusquedad casi con maltrato, aunque es algo que llama la atención no se señala pues la terapeuta no quiere interrumpir la dinámica.
En ocasiones la niña no habla en toda la sesión se limita a jugar sola.
Durante las entrevistas rutinarias con los padres ellos afirman que el comportamiento de la menor ha ido mejorando, que en casa se encuentra de mucho mejor humor y menos irritable.
En la escuela se ha vuelto más cooperadora e incluso ha comenzado a jugar con su hermano menor. Los padres refieren que los síntomas iniciales ya no están.
A su vez, los padres le hacen saber a la analista que Diana ya no quiere seguir yendo a las sesiones debido a que ya no tiene problemas y se siente mucho mejor, además quiere que se le reconozca su esfuerzo por mejorar su comportamiento y que las sesiones le quitan mucho tiempo.
En la siguiente sesión, es la propia Diana la que manifiesta a la terapeuta que ya no quiere seguir el tratamiento, que ya se siente mejor, que ya no está enfadada y que ya se siente aceptada por su madre.
Se respeta la decisión de la paciente pero se le pide que regrese de vez en cuando para habar sobre como ha mejorado y de lo que no se pudo tratar en terapia que es el tema de su cuerpo.
Posterior a esta petición la niña se muestra a la defensiva y reafirma no querer regresar.
Antes de irse Diana menciona que tiene una amiga con ideas suicidas y que ella es la que debería ir a terapia.
Se intenta indagar un poco sobre esta ultima conversación pero no se logra nada significativo.
3 años más tarde Diana regresa a terapia pues manifestó ideas suicidas, se muestra irritable y ansiosa.
Los padres tratan de encubrir el suceso queriendo aparentar que son una familia feliz.
Se solicita interconsulta con paidopsiquiatria la cual unicamente indica como tratamiento regresar a terapia.
Diana ha desarrollado una compulsión por cortar objetos. Durante el reencuentro con la terapeuta se mantiene callada y denota una mezcla de vergüenza y triunfo.
Después de un rato decide hablar sobre el evento de las pastillas destacando que su intención no era matarse que solo lo hizo por que quería atención.
Al final de la sesión la hostilidad y la rabia lo invaden todo.
Esta segunda etapa del tratamiento duró casi 2 años muy complicada pues la muchacha estableció una reacción transferencial cargada de odio y hostilidad de gran fuerza logrando detectar en que puntos podía herir más a su terapeuta.
La insultaba, la culpaba, la ignoraba etc.
Así las sesiones oscilaban entre rabia, odio, hostilidad o bien silencio total que constaba trabajo tolerar.
Sin embargo en casa todo era diferente, dejo de cortar cosas y comenzó a cuidar su aspecto físico.
Va mejor en la escuela, sale con frecuencia con sus amigos y parece menos enfadada consigo misma y con su cuerpo, sin embargo la madre refiere que se expresa muy mal de la terapeuta.
La hipótesis de diagnóstico y su comprobación o negación según corresponda.
A mi parecer esta paciente padece una fuerte crisis de la adolescencia además de manifestar un conflicto edípico. Presenta rasgos de personalidad narcisista e histriónica ya que constantemente quiere ser el centro de atención y ser la más querida por todos.
Los adolescentes con trastorno narcisista de la personalidad son generalmente desagradables y controladores. Suelen minimizar a los demás ejerciendo control sobre otros.
La comprobación de esta teoría son las conductas que tenia con sus familiares y posteriormente con su terapeuta llegando a un punto en donde ella tenía el control total de las sesiones llegado a insultar a su analista, así como buscar constantemente la aprobación de los demás de alguna manera imponiendo su voluntad.
Sobre el conflicto edípico, se demuestra por la constante lucha que tiene con su hermano menor por obtener la atención de su madre y de como esta hace hasta lo imposible por lograrlo.
Conclusión acerca de la utilidad y vigencia que tiene el psicoanálisis hoy en día
Después de analizar el caso anterior, podemos llegar a la conclusión de que el psicoanálisis a pesar de que surgió a principios del siglo XIX como todo ha ido evolucionando para convertirse en una alternativa de tratamiento sobre todo en casos donde los pacientes tienen dificultad para expresar sus emociones o para afrontar algún tipo de trauma.
En mi opinión como toda técnica en terapia tiene su importancia e utilidad. Puede ayudar de manera efectiva a pacientes que sufren enfermedades sobre todo cuando se trata de neurosis.
Por ejemplo fobias, angustia, depresión y psicosis.
Recordemos que toda terapia de ser necesario debe ir acompañada de un tratamiento farmacológico, para así poder beneficiar al paciente.
Actualmente es una buena alternativa de tratamiento en casos como el que vimos anteriormente que puede ayudar a resolver conflictos internos, heridas de la infancia o procesos no conclusos.
Referencia:
Cota, M y Pombo, J. (2011). El estigma del síntoma y sus caminos en la psicoterapia psicoanalítica de niños y adolescentes: Un caso clínico. Revista cuadernos de psiquiatría y psicoterapia del niño y del adolescente. 51( 52). pp. 201-2015